Un juez de la Corte Civil de Miami-Dade puso fin el viernes a la intervención de un ex magistrado que cobró millones en un condominio humilde de Miami Gardens por dos años de trabajo.
Tras una discusión de unos 15 minutos, el juez Jorge Cueto dio por terminado el nombramiento del interventor y ex juez Jorge J. Pérez en el polémico caso de Mirassou Condominium. Ahora solo queda pendiente una disputa sobre los cobros del interventor, nombrado en marzo del 2015 para rescatar el reparto de una crisis.
Pérez y su equipo de trabajo –que incluyó 8 abogados– están facturando $2.6 millones en honorarios. En contraste, durante los dos años de su labor, solo $970,000 entraron a las cuentas del condominio, según documentos de la corte.
Al salir de la audiencia, un grupo de propietarios del condominio persiguió a Pérez hasta el ascensor y en el pasillo gritándole “ladrón”, “bandolero” y “todo se paga en esta vida”.
Agentes de seguridad escoltaron a Pérez a un cuarto del tribunal de donde salió cuando el grupo de dueños del condo se había marchado.
Pérez rehusó hacer comentarios a la prensa y un rato después fue a la oficina policial de la corte, a acusar a la periodista de Univisión 23 Erika Carrillo de golpearlo.
Inicialmente Pérez dijo que presentaría cargos contra Carrillo. Sin embargo, luego de que agentes policiales revisaran las imágenes de un vídeo que mostraba que la periodista ni lo tocó, Pérez dijo que tal vez se había confundido y ya no la acusaría, informó un agente.
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